PJ Alan Moore

Raza: Humana
Clase: Detective
Nacimiento: El 13 de Febrero de 2027.
Lugar:
Metroplex de Seattle

Historia:
Habré escuchado a mi padre, HoldFinger, como un millar de veces: "nunca entenderé que ha pasado con el mundo, la Goblinización acabará con todos nosotros!", pero nunca le presté atención, total yo era un chiquillo,
... hasta ese día.

Acababa de cumplir 10 años cuando vi como mi hermana Nathalie de 13, que salía del colegio, era bruscamente avasallada por un grupo de jóvenes orkos, lo único que saben hacer esos monstruos, su líder HeavyToe la intentó tocar pero ella le pegó una patada y salió corriendo, se pusieron a perseguirla, yo sin pensarlo monté en mi aero-patín de juguete y corrí a defenderla. Me molieron a palos, la bota reforzada de HeavyToe en dirección a mi ojo izquierdo es lo último que recuerdo antes de perder el conocimiento. Desperté en el hospital con mi ojo izquierdo tapado, sabía que lo había perdido. Lo primero que pregunté fue por Nathalie, me dijeron que estaba bien, gracias a mi se había salvado de esos animales.

Los mayores no paraban de reprocharme ¿cómo se me había ocurrido meterme con HeavyToe: "un orko 6 años mayor que tu y un pandillero loco!" pero entre mis compañeros era un auténtico héroe. Se ve que HeavyToe no quedo contento y unos meses más tarde encontraron el cuerpo sin vida de mi hermana en unas condiciones que prefiero no mencionar y con una bota encima, la policía de Metroplex nunca pudo resolver el caso, pero nosotros siempre supimos muy bien quien fue. Ese día juré no volver a dar cuartada a un orko en mi vida, primero disparar, luego pensar.

HeavyToe se convirtió en un objetivo imposible para un niño como yo o para mi familia, pero a los 2 años ocurrió algo inesperado.

Por aquel entonces mi padre ya era miembro activo del policlub Humanis, el cual se decía era el brazo político del grupo terrorista Álamos 20K, avisaron a mi padre que algo gordo se tramaba, una limpieza metahumanos como nunca ocurrido.

Era un 7 de febrero de 2039, yo tenía 12 años cuando comenzó la después conocida como la 'Noche de Rabia'. Recuerdo ese día cuando las calles se llenaron de Guardias de Metroplex que rodearon a miles de metahumanos y se los llevaron a los almacenes de Tacoma waterfron, la explicación era que de allí los enviarían a las Reservas de San Francisco esperando así mejorar las relaciones entre humanos y metahumanos que había ido empeorando mucho.

Al llegar la noche mi padre me llevó a Tacoma, fuimos a una zona donde había un montículo con unos sacos de arena apilados, yo era un niño y no sabía muy que pasaba, lo cierto es que tengo una imagen difusa de aquella noche. Al asomarme entre los sacos recuerdo que me llamó la atención ver como la luz de la luna se reflejaba titileante en miles de remaches metálicos fijados a los tablones de madenara de los que estaban hechos los almacenes. Era una noche brillante, húmeda pero sin nubes. Debían de haber decenas de miles de metahumanos dormitando allí a la espera de continuar su viaje a las reservas de San Francisco. HoldFinger señalo un almacén mientras decía: "Hijo, ahí se encuentra HeavyToe", sonaron ráfagas de disparos, seguidamente gritos de horror, los metahumanos más fuertes rompieron las puertas y ventanas para escapar, se les veían correr como sombras hasta que caían al son de alguna ráfaga. Pude ver a HeavyToe pisotear a sus congéneres y correr por encima de ellos, HoldFinder cogió su rifle apuntó y tras seco estampido vi como HeavyToe caía fulminado al suelo. Poco después me volvió a decir: "Hijo, agáchate!", mientras mi cara se incrustaba en el suelo una serie repetida de explosiones comenzaron a iluminarlo todo mientras yo sentía sus vibraciones en la cara, al poco tiempo salimos corriendo dejando atrás los almacenes mientras figuras ardientes se movían en su interior, la confusión se podía hasta tocar. Para cuando llegó la Guardia de Metroplex pocos metahumanos quedaban por salvar.

Las noticias no paraban de hablar de holocausto, de grupos terroristas, de repulsa, pero yo sabía que era todo mentira, no había más que mirar la cara de satisfacción de muchos vecinos para saber que se había realizado lo correcto aunque nadie lo dijera abiertamente, es lógico, debíamos reaccionar, buscar la defensa de la humanidad, no son terroristas son defensores. Esto no fue el comienzo de ningún holocausto sino el comienzo de la limpieza, ya que obviamente aun queda mucho por hacer, en la ciudad de Seattle sólo somos un 66% de humanos.

Con el tiempo me convertí en un detective al servicio de la guardia de Metroplex, aunque me servía de topo para obtener información para otras cosas, conseguía información para Humanis y me ganaba la vida de runner.
Me implanté un ciberojo para recuperar la vista de mi ojo perdido, que luego mejoré, también me vi obligado a implantarme un ciberbrazo, es una historia que os contaré en otro momento, pero aunque me encanta la cibertechnología, no me gusta que se note, y me esforcé mucho para que todos mis implantes parezcan 100% humanos.

Pensamientos en la actualidad:

Los humanos tenemos un deber, como seres genéticamente puros y superiores debemos dar ejemplo, comportarnos con justicia y honor. Entre nuestros deberes el más importante actualmente es asegurar la pureza genética.

Los seres mutados deben aprender a vivir apartados hasta que aseguremos la pureza de la raza y deben entender que son inferiores y por lo tanto subyugados nuestros.

Deben aprender a respetarnos y a obedecernos de la misma forma que un ser puro debe ser justo y correcto incluso con sus inferiores. Mientras tanto no habrá paz.

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